Éxito rotundo (a pesar del silenciamiento) del 40º viaje apostólico de Bergoglio
Ha sido un viaje histórico a un continente olvidado. Seis días muy intensos (del 31 de enero al 5 de febrero) en la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, dos de los países que, junto con riquezas naturales, acumulan más sufrimiento humano.
La guerra, la explotación natural y la humana, el papel de la Iglesia en estos dos países, la reconciliación indispensable, que pasa por el perdón inevitable, la fraternidad en un mundo marcado por el tribalismo... Nada escapó a la reflexión (y denuncia contundente) del Papa. Están en estas 10 frases imprescindibles.
"No toquen el África"
1.- "No toquen la República Democrática del Congo, no toquen el África. Dejen de asfixiarla, porque África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear". "Mirando a este pueblo, se tiene la impresión de que la comunidad internacional casi se haya resignado a la violencia que lo devora. No podemos acostumbrarnos a la sangre que corre en este país desde hace décadas, causando millones de muertos sin que muchos lo sepan".
"Bendigo a cada persona herida"
2.- “Hermanos, hermanas, hijos e hijas de Ituri, de Kivu del Norte y del Sur, estoy con ustedes, los abrazo y los bendigo a todos. Bendigo a cada niño, adulto, anciano, a cada persona herida por la violencia en la República Democrática del Congo, en particular a cada mujer y a cada madre. Y rezo para que la mujer, toda mujer, sea respetada, protegida y valorada. Agredir a una mujer y a una madre es hacérselo a Dios mismo".
"Servir al pueblo, no servirse de él"
3.- “Si vivimos para 'servirnos' del pueblo en vez de 'servir' al pueblo, el sacerdocio y la vida consagrada se vuelven estériles. No se trata de un trabajo para ganar dinero o tener una posición social, ni tampoco para resolver la situación de la familia de origen, sino que se trata de ser signos de la presencia de Cristo, de su amor incondicional; del perdón con el que quiere reconciliarnos; de la compasión con la que quiere hacerse cargo de los pobres".
Jóvenes "con la mirada cansada y aburrida"
4.- "La vida no se escoge tocando la pantalla con el dedo. Es triste ver jóvenes que están horas frente a un teléfono. Después de que contemplaran tanto tiempo la pantalla, los miras a la cara y ves que no sonríen, la mirada está cansada y aburrida".
"No nos creamos autosuficientes"
5.- "Que no vaya a suceder que nos creamos autosuficientes, mucho menos que se vea en el episcopado la posibilidad de escalar posiciones sociales y de ejercitar el poder. El espíritu malvado del carrerismo. Y, sobre todo, que no entre el espíritu de la mundanidad, que nos hace interpretar el ministerio según criterios de beneficio personal, que nos vuelven fríos y alejados".
"No podemos esperar más"
6.- "No podemos esperar más. Un gran número de niños nacidos en estos años sólo ha conocido la realidad de los campos para desplazados, olvidando el ambiente del hogar, perdiendo el vínculo con la propia tierra de origen, con las raíces, con las tradiciones".
"No somos los jefes de una tribu"
7.- "No somos los jefes de una tribu, sino pastores compasivos y misericordiosos; que no somos los dueños del pueblo, sino siervos que se inclinan a lavar los pies de los hermanos y las hermanas; que no somos una organización mundana que administra bienes terrenos, sino la comunidad de los hijos de Dios".
"Las aguas malsanas del tribalismo"
8.- "Que sea para todos una ocasión para relanzar la esperanza; que cada ciudadano pueda comprender que ya no es tiempo de dejarse llevar por las aguas malsanas del odio, del tribalismo, del regionalismo y de las diferencias étnicas; es tiempo de navegar juntos hacia el futuro".
"Que se involucre más a las mujeres"
9.- "Que se involucre más, incluso en los procesos políticos y decisionales, también a las mujeres, las madres, que saben cómo se genera y se conserva la vida. Que haya respeto hacia ellas, porque quien comete violencia contra una mujer, la comete contra Dios, que de una mujer tomó la carne".
"Debe detenerse el tráfico de armas"
10.- "Debe detenerse el tráfico de armas que, a pesar de las prohibiciones, continúan llegando a muchos países de la zona y también a Sudán del Sur. Aquí se necesitan muchas cosas, pero ciertamente no hay ninguna necesidad de más instrumentos de muerte".
José Lorenzo
Religión Digital