El Consejo de Ministros ha dado luz verde este martes al anteproyecto de Ley Trans, que reconoce la “autodeterminación de género” de forma que una persona pueda cambiar su sexo ante la administración sin necesidad de presentar ningún tipo de informe médico
La norma incluye entre otros preceptos la prohibición de las terapias de conversión, a las que la ministra Montero se ha referido como una “gravísima vulneración de los derechos humanos”
29.06.2021 Jesús Bastante, Religión Digital
Adiós a las 'terapias de conversión' auspiciadas por destacados sectores de la Iglesia y publicitadas hasta la extenuación por el obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig Plá. El Consejo de Ministros ha dado luz verde este martes al anteproyecto de Ley Trans, que reconoce la “autodeterminación de género” de forma que una persona pueda cambiar su sexo ante la administración sin necesidad de presentar ningún tipo de informe médico.
Según ha informado la ministra de Igualdad, Irene Montero, la norma incluye entre otros preceptos la prohibición de las terapias de conversión, a las que se ha referido como una “gravísima vulneración de los derechos humanos”. “Son un trato inhumano y degradante, una tortura”, ha destacado
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Montero ha anunciado además el acceso a las técnicas de reproducción asistida para “personas trans con capacidad de gestar”. De esta forma, las mujeres lesbianas y bisexuales podrán acceder a este tipo de técnicas dentro de la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Ley Trans España
Críticas de los obispos
La norma ha sido duramente criticada en redes sociales por el portavoz de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, quien ha apuntado que "la 'ley trans' transforma el sentimiento en categoría jurídica y entroniza la voluntad de poder sin ningún límite objetivo".
En opinión del obispo auxiliar de Valladolid, la futura norma "ignora la realidad sexuada de todas las células del cuerpo y, sobre todo, desprecia a las personas que sufren al proponerles como salida el cambio del DNI".
En su día, los obispos consideraron que los cursos de Reig (que fueron denunciadas ante la justicia) no son terapias reparativas, sino "de sanación espiritual". En una nota pública, hace dos años, la CEE mostraba "su apoyo y afecto a monseñor Juan Antonio Reig Pla y a los colaboradores del Centro de Orientación Familiar (COF)" frente a "un ejercicio de manipulación de la verdad y desinformación intencionada que termina provocando el 'odio' que se dice querer evitar o denunciar".
De hecho, el portavoz de la Conferencia Episcopal Española entonces, Luis Argüello, aprovechaba en su día para denunciar la "liturgofobia" que, en su opinión, se escondía detrás de la concentración contra las terapias restaurativas en la catedral de Alcalá, pese a que admitió que "la homosexualidad no se puede 'curar'", y apuntando que solo se hablaba desde "un punto de vista espiritual". De aprobarse la ley, los obispos ya saben a lo que se enfrentan.