La plaza de San Pedro vuelve a ser el ambulatorio de los más necesitados.
Durante toda esta semana, se han instalado en uno de los laterales de la plaza unos módulos prefabricados donde se realizarán consultas médicas, tratamientos y análisis clínicos totalmente gratuitos.
Para todas las personas indigentes que normalmente tendrían enormes dificultades para acceder a este tipo de servicio
Gracias al apoyo de importantes organizaciones de salud y hospitales, explican desde el Vaticano, esta vez se han incrementado las especialidades médicas disponibles
El año pasado se asistió en una semana a más de 3.000 personas
La plaza de San Pedro volverá a ser durante toda la semana un ambulatorio para dar asistencia a las personas sin hogar y a las más necesitadas, con ocasión de la Tercera Jornada Mundial de los Pobres instituida por el papa Francisco.
Para esta jornada que el papa pensó para dar "un signo de atención e inclusión a las personas que viven diariamente al margen de la sociedad" se organizarán diversas iniciativas y entre ellas destacan el ambulatorio médico y la Misa del 17 en la basílica y almuerzo de Francisco con los pobres en el aula Pablo VI.
Durante toda esta semana, se han instalado en uno de los laterales de la plaza unos módulos prefabricados donde se realizarán consultas médicas, tratamientos y análisis clínicos totalmente gratuitos para todas las personas indigentes que normalmente tendrían enormes dificultades para acceder a este tipo de servicio.
Además, gracias al apoyo de importantes organizaciones de salud y hospitales, explican desde el Vaticano, esta vez se han incrementado las especialidades médicas disponibles que serán: medicina general, cardiología, diabetes, dermatología, reumatología, enfermedades infecciosas, ginecología, oftalmología, podología, vacunación contra la gripe y ecografías.
El año pasado se asistió en una semana a más de 3.000 personas y de cada diez personas visitadas, tres eran de nacionalidad italiana y el 69 % de los que acudieron tenían entre 30 y 59 años. Asimismo un hombre fue salvado de un ataque al corazón y se detectaron muchos casos de tuberculosis y hepatitis.
El domingo, el papa celebrará la misa dedicada a los pobres, que se sentarán en las primeras filas y después almorzará con 1.500 de ellos en al Aula Pablo VI del Vaticano, que habilitará para la ocasión un gran comedor con 150 mesas.
El lema de la III Jornada Mundial de los Pobres es «La esperanza de los pobres nunca se frustrará» (Sal 9,19). Unas palabras, explica el papa Francisco en su mensaje para la Jornada, que se «presentan con una actualidad increíble. Ellas expresan una verdad profunda que la fe logra imprimir sobre todo en el corazón de los más pobres: devolver la esperanza perdida a causa de la injusticia, el sufrimiento y la precariedad de la vida».
«A veces -recuerda el Santo Padre- se requiere poco para devolver la esperanza: basta con detenerse, sonreír, escuchar. Por un día dejemos de lado las estadísticas; los pobres no son números a los que se pueda recurrir para alardear con obras y proyectos. Los pobres son personas a las que hay que ir a encontrar: son jóvenes y ancianos solos a los que se puede invitar a entrar en casa para compartir una comida; hombres, mujeres y niños que esperan una palabra amistosa. Los pobres nos salvan porque nos permiten encontrar el rostro de Jesucristo».
La Conferencia Episcopal Española y Cáritas se unen un año más para celebrar esta Jornada y ofrecen unos materiales para su preparación. También se puede consultar la página web de la jornada que pone a disposición el Pontificio Consejo para la promoción de la nueva evangelización.
11.11.2019 Religión Digital, EFE/SIC