"Bogotá está que bulle de expectativa"
"Hasta las guerrillas han saludado con alborozo su llegada"
Visita del Papa a Colombia.
Bogotá, la ciudad capital de Colombia, será el primer territorio colombiano que como Papa pisará Su Santidad Francisco, en su llegada a nuestro país.
Bogotá es una ciudad ubicada en la cordillera oriental de esta esquina norte de Sudamérica. La ciudad se eleva a unos 2600 metros de altura, con un marco montañoso, en el cual al oriente de la ciudad se destacan el cerro de Monserrate con 3152m y el de Guadalupe, con cerca de 3300, sitios que tienen respectivamente en su cima el Santuario del Señor Caído de Monserrate y el de la Virgen de Guadalupe.
Todo viajero que llega a la ciudad, casi que de manera inequívoca, tiene como puntos de referencia estos dos sitios, para ubicarse en cuanto a los puntos cardinales y la correspondiente orientación en la ciudad, pero además, estos puntos nos indican la fe que acompaña por tradición a los bogotanos, quienes desde muchos años atrás consagraron sus dos montañas simbólicas a cultos propios de la fe católica y son sitios preferidos de peregrinación de propios y visitantes, con mayor presencia en Monserrate, en parte por la infraestructura con la que cuenta el lugar.
Con el anterior marco geográfico y de fe, ya tenemos una mirada para comprender el entusiasmo que se agita en los bogotanos, pero también en los colombianos que esperamos la llegada del Papa, como un símbolo de esperanza, como lo han sido las dos anteriores visitas de los Sumos Pontífices Pablo VI y Juan Pablo II, quienes también trajeron alegría y consolidación de la fe para los habitantes de este país de la América tropical, en 1968 y 1986 respectivamente.
Con La visita del Papa Francisco, anunciada por todos los medios de comunicación y con los mensajes de los párrocos para entusiasmar a sus fieles, la ciudad está que bulle de expectativa. Los noticieros de televisión mantienen la cuenta regresiva de la llegada, contando en días, minutos y segundos, algo que también se observa en las páginas web de algunos diarios de circulación nacional y claro, los fieles, seguimos esos conteos con ansiedad.
Los comentarios de prensa son abundantes y es noticia de primera plana desde hace meses, pues el acontecimiento es grande, así lo entendemos todos; así lo entienden muchos de los bogotanos y en general de los colombianos que no se declaren católicos, ya que igualmente hay respeto a la fe y además se reconoce el universal mensaje de Francisco.
En las regiones colombianas, los preparativos son muchos. Villavicencio, Medellín y Cartagena son las ciudades que luego de Bogotá, recibirán al Papa y en todas las cuatro sedes principales de la visita, se han estado haciendo intensos preparativos, desde los colegios, las comunidades parroquiales, los grupos de vecinos, pero también las autoridades tanto civiles, militares y policiales. Las regiones que no contarán con la presencia directa del Papa argentino que nos visita, han organizado movilizaciones de enormes grupos de personas, que se desplazarán algunos a pie o en diversos medios de transporte. Lo importante para las personas es procurar ver el Papa "en vivo y en directo", como decimos en estos casos, así sea un minutico...
La preparación no ha sido solamente de los distintos grupos arriba señalados. Los protagonistas de los procesos de paz en Colombia han estado atentos. Los miembros de la hoy dedicada a la vida civil, quienes hasta hace unos meses se les conocía como guerrilla de las Farc, también han saludado con alborozo la llegada del obispo de Roma. Lo asume, como una voz más y de qué importancia a favor del proceso de paz que sigue su curso en nuestro país. La guerrilla del ELN, que ahora se encuentra en una etapa de negociación, sin tanta divulgación como la que se le dio a lo realizado con las Farc, también está buscando la posibilidad de hacerse presente en la visita del Papa, para mostrar su voluntad de cambiar su estatus.
Jorge Mario Bergoglio, ahora el Papa de los católicos, nos mostrará su bondad, visitando un país que ha venido construyendo un futuro con opciones de paz, luego de más de 50 años de conflicto armado, que ha generado miles de víctimas, más de siete millones de desplazados y un país polarizado entre quienes defienden el proceso de paz y quienes no están de acuerdo con él.
Solo esperamos que el Papa permita mantener la reflexión propia de la Iglesia Católica, que defiende la vida y con ello defiende la paz, el perdón y la justicia social. Bienvenido Su Santidad, Papa Francisco, con su mensaje que seguramente traerá más esperanza y vitalidad a los colombianos y será buena muestra para los católicos del mundo.
Francisco Murillo, Bogotá, 05 de septiembre de 2017