"No somos adversarios ni competidores, sino hermanos en la fe".
Le da las gracias por haber acogido a inmigrantes latinoamericanos durante las dictaduras.
La división es también escándalo para el mundo y perjudica a la más santa de las causas: la predicación del Evangelio a toda criatura.
El Papa Francisco ha recibido este viernes en audiencia a la arzobispa luterana de Upsala (Suecia), Antje Jackelén, que encabeza la delegación de la Iglesia Evangélica-Luterana en ese país, y ha pedido que los temas relacionados con familia, matrimonio y sexualidad no sean silenciados por temor a poner en peligro el consenso entre los cristianos.
"De actualidad urgente es también la cuestión de la dignidad de la vida humana, que debe respetarse siempre, así como las temáticas relacionadas con la familia, el matrimonio y la sexualidad que no pueden ser silenciadas o ignoradas por temor a poner en peligro el consenso ecuménico ya alcanzado. Sería una pena si sobre estas cuestiones tan importantes se consolidasen nuevas diferencias confesionales", ha precisado el Pontífice.
Francisco ha recordado que el año pasado se celebró el 50 aniversario del decreto sobre el ecumenismo del Concilio Vaticano II 'Unitatis Redintegratio' que sigue siendo el punto de referencia clave para el empeño ecuménico de la Iglesia católica.
En este documento se invitaba a todos los fieles católicos a emprender el camino de la unidad para superar la división entre los cristianos, que "no solo se opone abiertamente a la voluntad de Cristo, sino que es también escándalo para el mundo y perjudica a la más santa de las causas: la predicación del Evangelio a toda criatura".
El decreto expresa "un profundo respeto y aprecio por aquellos hermanos y hermanas separados a quienes, en la coexistencia cotidiana, se corre a veces el peligro de prestar poca consideración". "En realidad no deben ser percibidos como adversarios o competidores, sino reconocidos por lo que son: hermanos y hermanas en la fe", ha añadido el Pontífice.
En este sentido, ha subrayado que "católicos y luteranos deben buscar y promover la unidad en las diócesis, parroquias y comunidades de todo el mundo" y, en ese sentido, ha mencionado el reciente documento 'Del conflicto a la comunión. La conmemoración conjunta luterano-católica de la Reforma en el 2017', publicado por la Comisión Luterano-Católica para la Unidad.
"Esperamos sinceramente --ha indicado-- que esta iniciativa lleve a dar, con la ayuda de Dios y nuestra colaboración con Él y con los demás, más pasos en el camino de la unidad".
A su juicio, la llamada a la unidad también implica "una exhortación apremiante al compromiso común en el ámbito caritativo en favor de todos aquellos que en el mundo sufren por causa de la miseria y la violencia". Concretamente, ha recordado a los cristianos perseguidos.
Finalmente, Francisco ha dado las gracias a la Iglesia luterana sueca por haber acogido a tantos emigrantes sudamericanos en tiempos de las dictaduras, un hecho que "hizo crecer a las familias", y por "la delicadeza" con que Antje Jackelén nombró al amigo del Papa, el pastor Anders Root que le ayudó "mucho" en su vida espiritual. (RD/Ep)
Redacción Religión Digital, 04 de mayo de 2015