El Papa Francisco prosigue, con paso firme, la "franciscanización" del Episcopado español. Después de los nombramientos de Carlos Osoro al frente de la diócesis de Madrid, y de Vicente Jiménez Zamora en Zaragoza, el Papa ha nombrado este mediodía al sacerdote Ángel Pérez Pueyo nuevo obispo de Barbastro-Monzón, sustituyendo a Alfonso Milián.
Tal y como anunció RD el pasado octubre, Francisco ha elegido al hasta ahora rector del Pontificio Colegio Español "San José", en su primer nombramiento de un sacerdote como obispo residencial. Un "pastor al estilo de Francisco es el que regresará pronto a España, para hacerse cargo de la diócesis de Barbastro-Monzón y difundir en ella ese bálsamo de ternura y misericordia que, a partir de ahora, va a caracterizar a los pastores de Bergoglio", subrayaba entonces José Manuel Vidal.
El de Barbastro-Monzón es otro movimiento más dentro del proceso de cambios que el Papa busca para el episcopado español. En las próximas semanas asistiremos, más que previsiblemente, a los relevos en Granada, Barcelona, Jaén o Burgos, así como en algunas diócesis (como el Arzobispado Castrense, Almería o la misma diócesis de Madrid) que puedan verse afectadas por los anteriores cambios.
El nuevo obispo, que tomará posesión el 22 de febrero, nació en Ejea de los Caballeros (Zaragoza) el 18 de agosto de 1956. Con diez años ingresó en el Seminario Menor Metropolitano de Zaragoza, donde cursó estudios hasta el año 1972, cuando pasó al Seminario Mayor. En 1974 inició los estudios eclesiásticos en el Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón (CRETA), para continuar, desde 1977, en la Casa de Formación de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos del Corazón de Jesús, en Salamanca. Finalizados los estudios, en 1979, ingresó a todos los efectos en la mencionada Hermandad Sacerdotal.
Fue ordenado sacerdote en Plasencia (Cáceres) el 19 de marzo de 1980 con cartas dimisorias del Arzobispo de Zaragoza. Obtuvo la Licenciatura en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad Civil de Salamanca.
Tras su ordenación episcopal, en 1980, y hasta 1985, fue formador en el Seminario Menor de Tarragona y tutor y profesor en el Colegio-Seminario. En 1985 fue nombrado Rector del Aspirantado Menor de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos en Salamanca, y tutor en el Colegio Maestro Ávila, cargos que ocupó hasta el año 1990. Desde 1990 hasta 1996 fue miembro y Coordinador Pastoral del Consejo Central de los Operarios Diocesanos. Colaboró con los cursos para Formadores de Seminarios en Buenos Aires, Caracas y Lima; en los organizados por la Comisión Episcopal de Seminarios de la CEE durante varios años en Santander; y en los Cursos para Formadores de Seminarios de Lengua española y portuguesa.
En 1996 fue nombrado Director General de la "Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos del Corazón de Jesús", cargo que desarrolló hasta el año 2008, cuando fue nombrado Secretario Técnico de la Comisión Episcopal de Seminarios de la CEE, donde permaneció hasta su nombramiento como Rector del Pontificio Colegio Español en Roma, en el año 2013.
En su primer saludo a los fieles de Barbastro-Monzón, Pérez Pueyo asegura estar "conmovido" por su designación, que conoció el 9 de diciembre, "a las diez y media de la mañana", cuando el prefecto Ouellet le manifestó, en nombre del Papa, "su deseo de que sucediese a monseñor Alfonso Milián".
"¿Qué quieres de mí, Señor?", fue el primer pensamiento del nuevo obispo. "Asumo este nuevo servicio (ministerio) con serenidad y gozo, consciente de que es el Señor quien me ha embarcado en esta delicada y desafiante aventura", escribe Pérez Pueyo, quien añade que "tengo mucho que aprender. Gracias, de antemano, por vuestra paciencia y comprensión".
"Sed audaces y creativos", es la primera petición del obispo al clero, religiosos y laicos de su nueva diócesis, que concluye con un especial recuerdo a "quienes llevan en su rostro marcadas las cicatrices de nuestro mundo herido", y también a "
a quienes se sienten manipulados, discriminados, teledirigidos, cosificados, descartados". "Me gustaría poder contar con cada uno de vosotros y compartir juntos este desafío que humaniza y diviniza el mundo".
Jesús Bastante