Francisco critica a los que se dicen católicos pero "sin entusiasmo, amargados". "Van a misa todos los domingos, pero después piensan que no deben implicarse"
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Francisco criticó hoy a los cristianos que van a misa todos los domingos pero que después pecan de "pereza" y "de formalismo". En la homilía que pronunció en la misa matutina que celebró en su residencia, Casa Santa Marta, el papa realizó esta reflexión al comentar el pasaje del Evangelio en el que Jesús encuentra a un paralítico a quien nadie ayuda y habló entonces de católicos "anestesiados", que van a misa pero después son incapaces de implicarse.
"Pienso en tantos cristianos, que son católicos, pero sin entusiasmo y están amargados. Van a misa todos los domingos, pero después piensan que no deben implicarse. Que tienen su fe, pero no deben darla a conocer a los demás. Cada uno en su casa y así todos tranquilos, piensan", afirmó el pontífice.
Para Jorge Bergoglio esta es la "enfermedad de la pereza de los cristianos" que hace de ellos "personas paradas, que no se preocupan por dar el anuncio del Evangelio" y que se convierten en "personas anestesiadas".
El pontífice arremetió contra esta actitud que dijo hace que los católicos "sean tristes y que no sean personas luminosas".
"Es una enfermedad de algunos cristianos que van a misa, pero luego cuelgan el cártel de no molestar. No sirven. No hacen bien a la Iglesia", agregó.
Bergoglio también habló de otro "pecado de los católicos" que definió como el "formalismo", es decir, los cristianos "que sólo se preocupan de tener todos los documentos en regla, todos los certificados".
"Cristianos hipócritas, como los fariseos. A ellos sólo les interesaban las formalidades", dijo en referencia a la lectura de hoy, para después lamentar: "¡Tenemos tantos en la Iglesia, tenemos tantos!".
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