La comisión de investigación

El miércoles pasado, día 26 de junio, el papa Francisco anunció la creación de una comisión de cinco miembros para conocer exactamente la situación jurídica del IOR y analizar sus actividades. Dicha comisión tendrá acceso a absolutamente todos los papeles e informes del IOR, y los responsables del Banco Vaticano no se podrán negar a suministrarlos acogiéndose al secreto bancario. Son órdenes del Papa.

El Pontífice, como informa un comunicado de la secretaria de Estado vaticana, quiere saber si el Banco Vaticano está en armonía "con la misión de la Iglesia" y sobre todo estudiar "las reformas que sea oportuno realizar".

La comisión está presidida por Raffaele Farina, ex responsable de la Biblioteca y Archivos secretos del Vaticano, y bajo la coordinación del obispo español Juan Ignacio Arrieta, del Consejo de textos legislativos. La integran además tres personalidades relacionadas con la diplomacia: el Cardenal francés Jean-Louis Tauran y los estadounidenses Mons. Peter Wells y la laica Mary Ann Glendon, presidenta de la Pontificia Academia para las Ciencias Sociales.

El pasado 15 de junio, Francisco ya decidió nombrar a una persona de su absoluta confianza como es monseñor Battista Mario Salvatore Ricca, director de la Casa Santa Marta, como nuevo 'prelado' del banco del Vaticano. Este es un cargo importante dentro del organigrama del Banco Vaticano, ya que permite el acceso a todos los documentos financieros de esa institución. El cargo llevaba dos años vacante, mientras se sucedían las luchas de poder entre varias facciones vaticanas por colocar en ese sillón a uno de los suyos.

El nombramiento de Ricca y la creación de la comisión de investigación del Banco Vaticano se consideran sólo los primeros pasos de la amplia reforma que Francisco se propone llevar a cabo en el IOR, y que pasaría por convertirlo en un banco ético o incluso clausurarlo.

Al fin y al cabo el IOR lleva mucho tiempo empañando la imagen de la Santa Sede, y lo sigue haciendo. La fiscalía de Roma abrió en 2010 una investigación contra el Banco Vaticano, que sigue en marcha, ante una operación sospechosa en la que se podrían haber lavado 23 millones de euros. Además de la investigación abierta por parte de la fiscalía de Salerno contra Nunzio Scarano, siempre por un posible delito de lavado de dinero.

 

Nunzio Scarano arrestado

El viernes 28 de junio, Nunzio Scarano ha sido arrestado en Roma, acusado de lavado de dinero y malversación de fondos.

Monseñor Nunzio Scarano, de 61 años, no es «nuncio» aunque su nombre signifique eso. Ni es obispo aunque reciba el tratamiento de Monseñor. Trabajaba en un banco antes de sentir la llamada al sacerdocio y eso le dio una buena preparación para ser jefe de 'contabilidad de gestión' de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), el dicasterio que administra los fondos del Vaticano en viviendas y títulos mobiliarios.

Se le conocía con el apodo de 'Monseñor 500', porque supuestamente poseía una enorme cantidad de billetes de 500 euros, que entregaba a sus amigos empresarios a cambio de cheques.

Scarano fue suspendido por el Vaticano de su cargo hace más de un mes, cuando se supo que la Fiscalía de Salerno le investigaba por blanqueo de dinero por haber cancelado una hipoteca de 580.000 € mediante cheques de 5.000 y 10.000 euros, justificados como donaciones de origen poco claro.

No ha sido empleado del banco del Vaticano (IOR), aunque tenía dos cuentas en esa entidad.

Scarano se dedicaba también a varias empresas de construcción en su Salerno natal. Había comprado por poco precio unos pisos de monjas en el centro de la ciudad, y los convirtió después en apartamentos de lujo. Y mantenía relaciones con armadores de buques de Nápoles. Precisamente, los fondos de la operación de contrabando de divisas (20 millones de euros) que pretendía pasar en un jet privado de Suiza a Italia, lo que le ha valido el arresto, parece ser que pertenecen a sus amigos, la familia D'Amico, armadores de Nápoles.

Junto con él fueron detenidos un agente del servicio secreto italiano, Giovanni M. Zito, a quien Scarano presuntamente pagó 400.000 € por traer el dinero, y un corredor de bolsa, Giovanni Carenzio, que gestionaba los fondos de los D'Amico en Suiza.

 

Dimiten el director y subdirector del Banco Vaticano

Paolo Cipriani y Massimo Tulli, director y subdirector del IOR, han renunciado a sus cargos este lunes, primero de julio, tres días después de que Nunzio Scarano fuera detenido por orden de la Fiscalía de Roma bajo la acusación de fraude y de corrupción.

Ahora asumirá las funciones del director general, el presidente del IOR, Ernst Von Freyberg, nombrado por .Benedicto XVI, sólo un día antes de que éste renunciara al pontificado.

Von Freyberg es un empresario alemán, abogado de 55 años, católico practicante, que pertenece a la Orden de Malta y participa en las peregrinaciones de enfermos a Lourdes, según informó el propio Vaticano.

Sustituyó al italiano Ettore Gotti Tedeschi, que fue destituido el 24 de mayo de 2012, un día antes de que estallara totalmente el escándalo Vatileaks, tras varias investigaciones entre sospechas de blanqueo de dinero.

El hasta ahora director general del IOR, Paolo Cipriani, también fue investigado por la Fiscalía junto a Gotti Tedeschi. Llegó al IOR de la mano de Angelo Sedano, el que fuera Secretario de Estado de Juan Pablo II. Luego estrechó lazos con Tarcisio Bertone, quien se da por sentado que en el próximo otoño será sustituido, aunque algunos opinan es como si ya lo hubiera hecho: ya no cuenta para nada.

Cerca de un año ha ejercido de presidente en funciones el alemán Ronald Hermann Schmitz.

El IOR, con sede en la Ciudad del Vaticano, fue fundado por Pío XII en 1942. En la entidad trabajan 114 personas. Su única sede está en el Vaticano. El Banco controla un patrimonio de unos 5.000 millones de euros a través de 19.000 cuentas. Lo gobierna la Comisión de Cardenales, que preside el cardenal secretario, actualmente Tarcisio Bertone. A esa comisión responde el Consejo Supervisor, formado por el presidente y cuatro consejeros.

El banco vaticano se vio salpicado a principios de la década de los 80 por el escándalo de la quiebra del Ambrosiano de Roberto Calvi, encontrado ahorcado bajo un puente de Londres en 1982.

El IOR fue reformado en 1989 por Juan Pablo II, y el 30 de diciembre de 2010 Benedicto XVI aprobó una ley para luchar contra el blanqueo de dinero en las instituciones financieras del Vaticano, con el objetivo de ser borrado de las listas negras de bancos opacos. Pero en julio pasado, un informe europeo lo siguió considerando sospechoso.

Resumen de diversas fuentes