col quierover

Ya tengo encendidas las cuatro lámparas, sólo me queda esperar la auténtica luz que es Jesús y que ilumine mi corazón y toda mi persona. Al final, por otro tipo de preparativos, puedo despistarme. María nos recuerda que hay que seguir caminando, rápido, hacia la montaña, hacia el verdadero encuentro con el Otro. Desde ahí, seguir acercándome a otros con alegría.