POR TI, MI DIOS, CANTANDO VOY,
LA ALEGRÍA DE SER TU TESTIGO, SEÑOR.
1. Me mandas que cante
con toda mi voz,
no sé cómo cantar
tu mensaje de amor;
los hombres me preguntan
cuál es mi misión,
les digo: testigo soy.
2. Es fuego tu palabra
que mi boca quemó,
mis labios ya son llamas
y ceniza mi voz,
da miedo proclamarla,
pero tú me dices:
no temas, contigo estoy.
3. Tu palabra es una carga
que mi espalda dobló,
es brasa tu mensaje
que mi lengua secó.
Déjate quemar,
si quieres alumbrar,
no temas, contigo estoy.