Buscador Avanzado

Autor

Tema

Libro de la biblia

* Cita biblica

Idioma

Fecha de Creación (Inicio - Fin)

-

EL RETO DE ERRADICAR EL HAMBRE

Rate this item
(0 votes)

La alegría del rescate

Todos sentimos gran alivio y alegría, cuando, uno por uno, los 33 mineros chilenos fueron rescatados por medio de una cápsula que se elevaba desde el fondo de la Tierra, donde llevaban presos 70 días. Millones de personas conectaron la televisión para ser testigos de ese acontecimiento extraordinario que permitió a estos hombres, que habían dado por muertos, reunirse con sus familias y volver a compartir con ellos los placeres de la vida.

Esta alegría desbordante, expresada no sólo por los chilenos sino compartida a nivel mundial, demuestra el alto valor que la vida tiene para todos nosotros.

Cada año, cientos de mineros mueren en accidentes y sus cuerpos se abandonan en lugares profundos y desconocidos. Pero en este caso, al saber que los mineros estaban vivos, el Gobierno de Chile hizo todo lo posible para llevarlos urgentemente a la superficie. Con la ayuda de otras naciones, puso en marcha la última y mejor tecnología de perforación. Nadie reparó en el coste del rescate: se hizo todo lo posible para salvar la vida de los mineros.

En el caso de que el Gobierno de Chile hubiera dudado o demostrado incompetencia, habría sido condenado en todo el mundo y, probablemente, se habría topado con una ola de protestas en su país.

Sin embargo, lo que es un escándalo es que todos los que hemos compartido la alegría del rescate no reclamemos con la misma urgencia a nuestros Gobiernos la salvación, no sólo de 33 hombres, sino también de los cerca de mil millones de personas que se encuentran, en la actualidad, atrapados y enterrados en la prisión del hambre y de la desnutrición.

Como los mineros chilenos, los pobres, con su semblante hambriento, encaran su propia muerte. Viven en un mundo con una amplia oferta de comida para todos, pero no pueden acceder a los alimentos para llevar una vida activa y sana por falta de recursos. Esto se debe a una gran incompetencia en la gestión global y nacional de las economías y sistemas de alimentación.

Hace 65 años, los fundadores de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) manifestaron que erradicar el hambre era factible. Sin embargo, todavía hoy no tenemos una solución, pese a que en la actualidad existe conocimiento, tecnología y recursos económicos para ello.

El ejemplo de Brasil, China, Vietnam, Ghana y otros países, que han reducido de manera sustancial el hambre, demuestra que es posible una rápida solución. La experiencia de dichos países demuestra que erradicar el hambre no sólo elimina la sentencia de muerte para los pobres que han sido condenados por nuestra apatía e incompetencia. También genera una gran ola de prosperidad para disfrutar de una vida plena, que potencia el desarrollo económico y social de los países. Y, como los fundadores de la FAO sostenían, este hecho reduce la tensión y contribuye a la paz mundial.

La falta de acción se debe a que muchos Gobiernos creen que sus ciudadanos no valoran que si los pobres mueren pronto es porque los dirigentes políticos han fracasado en su rescate. Pero el drama de Chile demuestra que las personas estamos profundamente preocupadas con todo lo relacionado con la vida y la muerte.

Si en relación con el hambre no existe este sentimiento es porque se tiene poco conocimiento de la gran escala y horrendo impacto que conlleva. Por otra parte, no se tiene la evidencia de que el problema podría ser rápidamente resuelto si tuviéramos voluntad de hacerlo.

La muerte, como consecuencia del hambre, tiene lugar, de forma oculta, en las propias viviendas de los pobres y en el seno de los suburbios y pueblos más remotos del mundo, lejos de la influencia de los medios de comunicación. Es fácil ignorarlo.

Una y otra vez nuestros líderes se han comprometido a centrar sus esfuerzos en reducir el hambre a la mitad en 2015. Pero pocos han hecho lo que han prometido. Es hora de que todos aquellos que nos hemos alegrado por el rescate de los mineros digamos a nuestros Gobiernos, alto y claro, que hagan todo lo necesario para liberar a los millones de hambrientos de su prisión oscura y sin esperanza.

Chile no se propuso salvar 16 mineros y medio y dejar morir al resto. Es obvio que se debería plantear como objetivo la erradicación total del hambre y no la mitad, como se propone en los Objetivos del Milenio.

Todo ello con la mayor rapidez y no más tarde del 2025. Si se tiene éxito, celebraremos la liberación de la mayor fuente de sufrimiento que ha golpeado a la humanidad desde sus primeros tiempos.

 

Ignacio Trueba y Andrew McMillan

 

Ignacio Trueba es catedrático emérito de la Escuela de Agrónomos y ha sido representante de España en la FAO y en el Programa Mundial de Alimentos. Es autor del libro El fin del hambre en 2025. Un desafío para nuestra generación.

Andrew McMillan es ex director de la División de Operaciones de Campo de la FAO.

Publicado en El Mundo / Tribuna / 20.10.10

Read 3013 times
Login to post comments
z-library download z-library project Комиксы, Манга читать онлайн на Русском языке