Hermanos y hermanas, solemos decir que somos templo de Dios, es decir Dios/Amor nos habita. La Pascua nos recuerda que la vida de Dios discurre por cada uno y una de nosotras. Oremos.

Que el Espíritu de Jesús aliente nuestro día a día

• Que la Iglesia sea cauce en el mundo de la Vida de Dios, que sea invitación a la trascendencia, a levantar el vuelo en nuestro día a día.

Que el Espíritu de Jesús aliente nuestro día a día

• Que los seguidores de Jesús de Nazaret seamos aliento en la debilidad, esperanza en la dificultad, luz en la oscuridad, paz en la crispación.

Que el Espíritu de Jesús aliente nuestro día a día

• Que los responsables de los gobiernos e instituciones trabajen en favor de la paz, del diálogo, de la justicia, de la unidad, que busquen los caminos que fomenten la corresponsabilidad.

Que el Espíritu de Jesús aliente nuestro día a día

• Que seamos encarnación del Amor en este mundo tan cambiante, que confesemos nuestra fe sin miedo y el servicio/el amor y el respeto sean algunas de nuestras señas de identidad.

Que el Espíritu de Jesús aliente nuestro día a día

• Que entre nosotros y nosotras surjan líderes o referentes de paz que inviten a ser constructores de la nueva humanidad soñada por Jesús.

Que el Espíritu de Jesús aliente nuestro día a día

Padre Madre buena, que nos dejemos conducir por la vida de Dios que nos habita, que acertemos a vivir con novedad cada día y seamos Buena Noticia en nuestros entornos. Gracias por Jesús, nuestro Hermano y Maestro.

Vicky Irigaray