Buenos días herman@s:
"Mirad que estoy haciendo algo nuevo, no lo notáis?"
Isabel Gómez-Acebo se preguntaba por qué los obispos no animan a los fieles a hacer la comunión "espiritual" con pan y vino en las circunstancias que estamos viviendo.
Y otro obispo decía que no fuéramos espectadores de la "misa" de la tele.
Pues eso. Como hija amada de Dios, bautizada y ungida por el Espíritu, os animo (quizá lo habéis hecho) a poner en cada mesa de cada un@, en cada casa, un platito con un trocito de pan y un vasito con vino para que la comunión espiritual sea y signifique que Dios entra en mi casa para Ser pan, partido, comido y repartido, porque "donde dos o tres están reunidos en mi nombre..." Somos co-creadores y partícipes de su Buena Noticia. En la 13, a las 11, concelebraremos con Francisco en una Iglesia virtual donde tod@s Somos Uno.
Yo lo voy a hacer, encenderé dos velas, una del bautizo de uno de mis hijos que representa mi propio bautismo, el de tod@s, para el perdón de mis/los pecados del mundo, y otra vela de la boda de otra de mis hijas, que significa la alianza de Dios con cada una de sus criaturas. ("Te llevaré al desierto y te hablaré al corazón"). Pondré el misal de la Comunidad (unida a tod@s vosotr@s) un vela y el icono de la Trinidad.
Sugiero que hagamos una foto para compartir esta Eucaristía "subversiva" en tiempos del coronavirus. Y tener presente a quienes ya no están con nosotr@s y a quienes están sufriendo la pasión de Cristo. Pronunciemos cada palabra junto con el presbítero, porque "tod@s somos sacerdotes, profetas y reyes".

M.L.P.

P.D.: Si quieres, envíanos tu foto.