Nací en un pueblito de Segovia en 1940. En una familia de religiosidad tradicional vivida en profundidad. Mis recuerdos infantiles están empapados de prácticas cristianas. Mis padres fueron ejemplares. Siempre he sido una “buscadora de las cosas de arriba”. (no sabía bien lo que buscaba, pero buscaba). He sido una cristiana practicante pero siempre insatisfecha. No encontraba sentido, ni intelectual ni creyente, a lo que hacía. Y así hasta mis 67 años.

Cuando me jubilé (he sido profesora en la UAM cuarenta años) empecé mi formación cristiana seria. Partía de una inquietud que se hacia cada vez más insoportable: El Dios en el que creer no puede ser peor que yo. La idea de dios que tenía, dios del AT, me resultaba problemática y problematizadora. Mi formación cristiana seria empezó en la Escuela Bíblica de Madrid. Con esa formación las piezas de mi puzzle espiritual empezaron a encajar y tener sentido mi vida cristiana.

En el año 2010 empecé mi labor como Celebradora de la Palabra en once pueblitos cercanos al de mi nacimiento. En la búsqueda de fuentes para prepararme para esta nueva ocupación me encontré con Feadulta y su Escuela de Formación (EFFA). Fue para mí como encontrar la horma de mi zapato. Desde 2010 soy “adicta” a esta fuente para mí de aguas vivas y siempre estimulantes en la búsqueda del Plus Ultra. Siempre adelante. Siempre más y mejor.