EVANGELIOS Y COMENTARIOS   

                             
                              

 

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Lucas 3, 15-16

 

 

15 Mientras el pueblo aguardaba y todos se preguntaban para sus adentros si acaso Juan era el Mesías, 16 declaró Juan dirigiéndose a todos:

 

- Yo os bautizo con agua, pero llega el que es más fuerte que yo, y yo no soy quién para desatarle la correa de las sandalias. Él os va a bautizar con Espíritu Santo y fuego.

 

Lc 3, 21-22

 

21 Después de bautizarse el pueblo entero, y mientras oraba Jesús después de su bautismo, se abrió el cielo, 22 bajó sobre él el Espíritu Santo en forma visible, como de paloma, y hubo una voz del cielo:

 

- Hijo mío eres tú, yo hoy te he engendrado.

 

 

Comentarios de Patxi Loidi

 

El pasaje de hoy está formado por la unión de dos pequeños trozos del evangelio de Lucas. Los dos primeros versículos sirven de introducción y nos dan el contexto. Los otros dos, nos comunican la revelación del bautismo de Jesús.

 

Con este capítulo (el tercero), Lucas da paso a la vida apostólica de Jesús, que comienza con la experiencia fundamental de su vida, narrada en el bautismo: la de ser Hijo amado del Padre.

 

Años después de la muerte y resurrección de Jesús, cuando los primeros cristianos –y los evangelistas con ellos- miraron globalmente su vida, primeramente se centraron en la experiencia de Pascua, que les hizo confesar que Jesús era el Hijo de Dios y vivía con Dios. Después buscaron aquellos hechos de su vida apostólica en los que más se manifiesta esa misma revelación; su relato constituye la parte central y más larga de cada evangelio. Finalmente se fijaron en sus orígenes y nacimiento de Jesús.

 

Ellos hicieron el recorrido del final al principio; nosotros, del principio al final. En los domingos pasados hemos leído los evangelios de la infancia. Ahora entramos en la vida apostólica y nos encontramos con esa experiencia fundamental de Jesús. Luego llegaremos a la muerte-resurrección, el Espíritu y la Iglesia.

 

 

Juan dice que Jesús nos bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. La expresión Espíritu Santo y fuego puede significar el fuego del Espíritu Santo. El bautismo cristiano es siempre en el Espíritu Santo. Pero ¿puede ocurrir que se quede sólo en un bautismo del agua? 

 

Esa experiencia no ocurrió en un lugar maravilloso y apartado, sino en el bautismo con los pecadores.

 

La encarnación de Jesús no fue sólo hacerse hombre, sino asumir toda la realidad humana.

 

El evangelista acentúa la oración de Jesús. Jesús ora continuamente; en concreto, al comienzo y al final de su ministerio; y en todos los momentos y decisiones importantes. Y su oración trae al Espíritu  Santo. La Iglesia naciente hará lo mismo para ir a la misión (Hch 1,14; 2,1-13).

 

Lucas escribe que el Espíritu bajó en forma parecida a la de una paloma. Con esa redacción cambió el simbolismo de Marcos y lo adaptó al mundo grecolatino, donde la paloma simbolizaba las ansias de amor, vida y unión con Dios de los seres humanos, que se realizan en Jesús.

  

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