Raimon Panikkar, icono de unidad
El
filósofo y escritor falleció el 27 de agosto, a los 91
años
Descansa en paz, querido Raimon. Has retornado a la paz
de lo Uno tras 91 años de caminar por la vida
unificando lo múltiple.
Descansa renacido en el seno del Abba Madre y Padre, al
que nos enseñaste a descubrir en el "silencio del Dios"
(1966) y el "silencio del Buda" (1996), en medio del
"mundanal silencio" (Premio espiritualidad, 1999).
Recibo la noticia de tu "extinción" (por decirlo
orientalmente) cuando son las seis de la mañana en Kobe
y acaba de sonar el gong del templo vecino. Me asomo a
la ventana justo antes de que se extinga el lucero
matutino, al que tú habrías llamado "icono del misterio"
y entono por tu eterno descanso el "In Paradisum"
dando gracias por tu vida.
Tu
vida ha sido y seguirá siendo "Icono del misterio"
(1998) para quienes aprendimos, a través de tu modo de
pensar, amar y creer, la presencia intercultutral e
interreligiosa, siempre palpable a la vez que
elusiva, del misterio que tu calificaste como "cosmoteándrico",
clave mística de la "experiencia humana integral,
experiencia plena de la vida" (2005).
Gracias por tu pensar fronterizo, interrogante y
hermenéutico. Gracias por tu testimonio de la pluralidad
unificada: Cataluña e India, prajña y seny,
cuerpo-espíritu, masculino-feminidad,
temporal-eternidad, místico-política,... y un largo
etcétera de polaridades unidas.
Gracias por habernos ayudado a romper todos los
círculos cerrados y vivir en espirales abiertas hacia
arriba y hacia abajo: trascender occidentalmente
hacia arriba y orientalmente hacia el fondo, con la mira
puesta en un más allá que atisbabas en el horizonte de
Tavertet (para mi gusto, la mejor de tus fotografías, en
la portada de Invitación a la Sabiduría,.Espasa, 1997).
Gracias, Raimon, que tu ejemplo siga enseñándonos a
saber vivir.
Juan Masiá Clavel